Monday, October 31, 2016

"Nunca te voy a pedir hacer nada que yo no estoy dispuesto a hacer"

Al regresar de mi misión, he descubierto la dificultad de mantener los niveles altos de una vida espiritual y justa. De vez en cuando, pienso en mi disciplina y diligencia como un misionero de tiempo completo y me pregunto por qué es tan difícil sostener esos costumbres ahora. En particular, me pesan mucho las tantas bendiciones y oportunidades que el Señor me ha dado aun cuando siento que no estoy cumpliendo bien con todos sus mandamientos. A veces me preocupo que las bendiciones se vayan a cesar si no me los merezco.

Un día, al pensar en todo eso, encontré una escritura bonita en Lucas 17:3-4 que me dio consuelo. Jesucristo estaba enseñando a sus discípulos, y Él dijo: “Mirad por vosotros mismos; si tu hermano peca contra ti, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti, diciendo: Me arrepiento, perdónale.”  

Cuando yo era niño, mi papa siempre me decía: “Nunca te voy a pedir hacer nada que yo no estoy dispuesto a hacer.” Al leer la escritura en Lucas, me di cuenta que nuestro Padre Celestia trabaja en la misma manera. Nunca nos pediría perdonar a los demás vez y otra vez a menos que Él estuviera dispuesto a hacer lo mismo.


Nadie tiene que preocuparse de arrepentirse demasiado. El Señor nos va a perdonar cada vez que nos arrepentimos sinceramente. Sin embargo, tenemos que preocuparnos por nuestro progreso y por nunca rendirnos. Recuerdo una vez que yo estaba desanimado. Me arrodillé y le prometí a mi Padre Celestial que nunca abandonaría a Él o el evangelio. No importa lo que pasara, seguiría intentando por toda mi vida. Creo que si decimos eso y vivimos así, siempre estaremos yendo en la dirección correcta. Estoy tan agradecido por el perdón de Dios que he sentido en mi vida.

P.S. Esta semana recibi una ofrenda de trabajo como interno en Boston durante el invierno! Entonces, espero visitar Lancaster, York y Pittsburgh durante esos meses!

Unos amigos y yo asistimos a un concerto en BYU este fin de semana

Monday, October 24, 2016

Un ojo bueno o malo?

En el mundo hoy, hay muchas personas que son miembros fieles de la iglesia y hay muchas personas que critican todo lo que creemos y enseñamos. A veces se puede ser difícil a entender como la misma cosa que nos trae felicidad y paz a nosotros se enoja a otros.

En Lucas 11:34-35, el Salvador tenía una respuesta profunda para esa pregunta: “La lámpara del cuerpo es el ojo; pues si tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero si es malo también tu cuerpo está en tinieblas. Mira, pues, no sea que la luz que hay en ti sea tinieblas.” Yo creo que el Salvador estaba enseñando a sus discípulos que el mensaje glorioso del evangelio evocaría respuestas ambos positivas y negativas en aquellos quienes lo escucharan.

Un fin de semana, antes de la conferencia general, tuve muchas cosas para terminar para la escuela. Al acostarme tarde esa viernes, me puse enojado. Pensé que fuera injusto tener que guardar el día de reposo y leer mis escrituras y también ver diez horas de la conferencia general durante un fin de semana bien ocupado. En ese momento, mi ojo estaba malo. Para mí, los principios bellos de la lectura de las escrituras y el día de reposo y revelación de una profeta viviente se parecían obstáculos. Estos pensamientos me llenaron con tinieblas. Solo al principio del próximo día, empezó a cambiar mi perspectiva y obtuve un mejor agradecimiento para estos elementos espirituales en mi vida.


Cada uno de nosotros vamos a tener tiempos cuando los partes más increíbles del evangelio se van a parecer amargos a nosotros. El Señor nos enseñó que eso ocurriría. Pero Él también nos proporcionó una manera de escape: “Si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso.” Para ver el evangelio claramente, tenemos que eliminar cualquier cosa oscura de nuestras vidas—codicia, envidia, lujuria, orgullo, etc. Con estas cosas en nuestras vidas, corremos el riesgo de criticar los principios verdaderos que nos traerían lo más felicidad. Sin estas cosas, siempre vamos a poder ver claramente lo que más importa.

Mis sobrinos y yo en el parque de atracciones de Universal Studios


Monday, October 17, 2016

La humildad

 El ser misionero es una experiencia bien difícil. Aunque me sentía capaz en muchas cosas antes de mi misión, cuando lllegué me sentí inadecuado cuando yo intente hablar con personas o enseñarles el evangelio. Sin embargo, aprendí que aunque mejore en muchos aspectos de mi vida misional a lo largo de los dos anos, frecuentemente continue sentir la necesidad de mejorarme en muchas partes de mi servicio misional. Nunca había un tiempo cuando me sentí que hubiera aprendido todo lo que el Señor requería de mi.

            En Lucas 7: 4, 6 y 9, un centurion envía los elderes de los Judios para pedir a Jesucristo venir y sanar su siervo. Cuando los Judios se acercan a Cristo, dicen que: “[el centurion] es digno de que le concedas esto”. Sin embargo, al venir Jesucristo para realizar el milagro, el centurion envía otro grupo de sus amigos quienes entregan este mensaje: “Señor, no te incomodes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo.” Ademas, después de escuchar ese mensaje, el Señor dice en cuanto al centurión: “Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.”

            Como es posible que un hombre quien creen ambos los Judios y Cristo es digno y fiel no se considera digno si mismo? Creo que este nos enseña algo importante sobre los discípulos verdaderos. Uno de los atributos mejores que pueden tener un seguidor de Cristo es la humildad. Aunque sus amigos y su Salvador reconocen la justedad de este hombre, El todavía era consciente de sus debilidades y estaba dispuesto reconocerlas.

   Similar a la experiencia de este hombre y a la mia en mi misión, llegaremos a ser mas humildes al confiar en y depender en el Señor. No debe de sorprendernos cuando al intentar mas duro guardar los mandamientos y acercarnos al Señor, llegamos a ser aun mas conscientes de nuestras culpas. Debemos de estar agradecidos que el Señor quiera que veamos como podemos mejorar y progresar. 


Mi jefe tiene un Maserati! Me imagino que sea difícil ser humilde cuando tiene un carro asi (:
Un amanecer bien bonito. Estaba en un tren cuando saque esta foto