Monday, November 7, 2016

En su imagen

Con el trabajo, nuestras familias, las facturas y la iglesia, suele ser difícil establecer una balanza entre nuestras responsabilidades cotidianas y nuestras obligaciones espirituales.

            En mi clase del Nuevo Testamento, leímos la cuenta de cuando los fariseos tentaron a Cristo, preguntándole si los Judíos debían de pagar impuestos a los romanos. Cristo les da una respuesta increíble (Mateo 22:19-21). Hablando a los Judíos, él dice:

            “Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
           
            Entonces les dijo: De quien es esta imagen y la inscripción?

Le dijeron: De Cesar. Y les dijo: Dad, pues, a Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios.”

Mark 12:13–17, Jesus speaks to the Pharisees
Aprendimos que hay dos partes increíbles contenidas en esta respuesta. Primeramente, Cristo instruye a los Judíos que tienen una obligación a sus líderes terrenales. No son eximidos de sus responsabilidades mundiales

            Sin embargo, la parte segunda es la más significativa. Así como las monedas eran la propiedad de Cesar porque tenían su imagen, también entonces nosotros somos la propiedad de Dios porque somos hechos en Su imagen. Entonces, tenemos la responsabilidad de entregarnos a Dios.

            Recuerdo una vez cuando que se me acercaban unos exámenes. En la misma noche en la que iba a estudiar para ellos, mi barrio hizo un viaje al templo para hacer bautismos vicarios. Estaba nervioso que si fuera, no podría estudiar lo suficiente para sacar buenas notas. Sin embargo, cuando llegué, me sentí una paz grande que me ayudó a olvidar mis preocupaciones. Al final, rendí muy bien en mis exámenes a pesar de que no estudié tanto.

            En nuestras vidas, todos tenemos las responsabilidades diarias. Debemos de pagar impuestos a un gobierno que nos proporciona muchos servicios. Pagamos la renta a las personas que nos da un lugar para alojarnos. Sin embargo, la obligación más grande que tenemos corresponde a Él que nos ha dado nuestros cuerpos y almas—todo lo que somos y que podemos llegar a ser. El leer las escrituras, orar, pagar diezmos, asistir a la iglesia, cumplir un llamamiento y guardar los mandamientos son partes esenciales de expresar gratitud por cada bendición que hemos recibido. Te prometo que si hacemos estas cosas con sinceridad, el Señor nunca va a dejar de bendecirnos.



Fui al concierto de "The National Parks"
Nosotros y la banda despues
Tambien fui al templo de Payson. Uno de los mas bellos en Utah!




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